16 de marzo de 2013

CLOS MOGADOR 2008, DOQ PRIORAT




Sobreviene la hora 
de las ternuras ignoradas, la hora de los ro-
manticismos que no avergüenzan. 
Vos me visitás en el recuerdo, cariñosamente, 
y con vos todos los buenos camaradas; 
... los amigos de ensueños y esperanza, 
armados para el abordaje de la vida,
... ebrios de espejismos, mendigos de gloria.
... Algunas veces lloro sin que nadie me vea.
¿Es una compensación por haber reído mucho?

(Carta  que José Ingenieros escribió a sus amigos estando solo en Europa.) 

 


Mientras escribo estas líneas, alguien a quién le serán familiares las palabras de José Ingenieros, vuela de retorno a su natal Argentina. No es un buen amigo, eso es poco, es mucho más.
Durante años hemos compartido muchos momentos y emociones alrededor de una botella de vino, pero nunca habíamos compartido el que es, uno de mis vinos más queridos, por motivos que van más allá de sus propiedades organolépticas. 
Así que había que remediarlo antes de que miles de quilómetros de Océano Atlántico nos separaran físicamente.

La añada escogida, 2008, pese a su juventud está en un momento pletórico, difiere de añadas anteriores en cuanto a la rusticidad, este es mas bebible ya y mucho más fácil de entender.

Notar que se decantó durante cuatro horas.
 
El color es el de los Mogador de siempre, aquí no hay cambios, rojo picota, prácticamente negro, limpio, con una lágrima preciosa que tiñe la copa con intensidad. 
En nariz, a pesar de su decantación de cuatro horas, seguía evolucionando en cada nueva copa, cambiando registros e intensidades. En un primer momento, sobre un manto mineral omnipresente, aparecían ciruelas, vainillas, sotobosque,... En segundas copas, las ciruelas daban paso a una fruta negra madura en "formato de mermelada" con toques lácteos, balsámicos y un sotobosque muy aromático. Unos aromas que anticipaban el festín que nos esperaba en boca:
Carnoso, sabroso, fresco, generosa frutosidad, taninos fundidos y sedosos. Muy largo en el postgusto.

En definitiva, otro gran "Mogador", que expresa perfectamente la filosofía y buen hacer de René Barbier en el Priorat.

Imprescindible.


Salut!!! y hasta el próximo vino.









P.D: 
Amigo Fernando, desde aquí te desamos mucha suerte en tus nuevos proyectos y esperamos ansiosos saber de ese futuro vino salteño, que bién valdrá de coartada para cruzar el charco.
Un fuerte abrazo.







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