13 de diciembre de 2013

Todo al Rojo 2011, D.O. Montsant.




Todo al Rojo es la apuesta de dos amigos apasionados por el mundo del vino, que aúnan en esa  amistad la profesión de enólogo y publicista, traducida a Producto y Comunicación.

El "producto” nace en plena DO Montsant fruto del coupage de las variedades que mejor expresan ese territorio, Garnacha y Cariñena a partes iguales, procedentes de viñedos con una edad de 30-50 años, ubicados en Cornudella del Monsant a una altitud de 600 mts.

La crianza de 12 meses en barricas de roble francés nuevas y de segundo año, es considerablemente respetuosa con la fruta, aportando matices especiados y apuntalando su estructura.






La Comunicación, a través de su packaging, es clara, directa y atractiva. El nombre, fiel reflejo de las intenciones y el espíritu que impulsa el proyecto.

No forma parte, esta, de esa plaga de llamativas etiquetas que esconden imbebibles contenidos, que para más inri cuentan con el beneplácito de algunas voces “autorizadas” del mundo del vino, así nos va… experiencias que acaban en un estrepitoso crash (nombre de vino, por cierto, y acertado).

Vamos a nuestra subjetiva descripción del vino:

A la vista, capa media y aspecto joven.

En nariz, la garnacha es muy identificable, a copa parada, fruta roja fresca, frutos del bosque, sotobosque y halos florales. Expresivo y sin rastro de sus 14º de alcohol.
Con el movimiento aparecen especias dulces y ligeras notas minerales. El conjunto deja una agradable sensación de frescor frutal.

En boca se muestra goloso, fresco, equilibrado y redondo. Fácil y muy satisfactorio.

Como resultado final podemos decir que la bola cayó en casillero rojo y por tanto la banca paga, buena apuesta.

Si el debate de los últimos tiempos, en el ámbito enológico, está centrado en como atraer a la gente joven al mundo del vino, en cuanto a producto “tipo”, este es un claro ejemplo a tener en cuenta, por imagen y por contenido.

P.D: Agradecimientos a L'Associació Juvenil Esquitx (www.esplaiesquitx.org) por propiciar el casual descubrimiento de este vino. (Implícito va el agradecimiento por la labor social que realizan.)



6 de diciembre de 2013

Pardelasses 2011, DOQ Priorat.



"El viñedo en la botella" podría definir la esencia y la valúa de este vino del familiar Celler Aixalà i Alcait (Torroja del Priorat).

Mínima intervención en el viñedo, manejado según criterios de agricultura ecológica y una fermentación con levaduras autóctonas, es ya una carta de presentación muy "excitante".
La experiencia de beber este vino no hace más que prolongar esa excitación inicial, guiándonos magistralmente en una placentera descripción de un determinado paraje prioratino con su particular climatología de añada.

Puro "Arte", ya sea por haber sabido conservar la esencia del fruto del viñedo o por haber tenido la habilidad de proporcionar el cauce adecuado para que el discurso descriptivo fluyera sin obstáculos.
Un goce que no será privativo por precio, su coste es de sólo 15-16 €. Ya quisieran algunos que le doblan en precio dar la mitad de lo que ofrece este vino.



Al vino:

Coupage de 50% Cariñena + 50% Garnacha, provenientes de viñas viejas situadas a 350-400 mts de altura.
La fermentación, espontánea, tiene lugar utilizando levaduras autóctonas, posterior crianza de 13 meses en roble francés y americano.

Después de su cata, queda claro que lo mejor de este vino está por llegar en los próximos años, no por ello, todo lo encontrado deja de ser completamente satisfactorio a la vez que prometedor.

Esto es lo encontrado:
(Decantación previa de 1:30h)

A la vista, el color denota juventud (ahí lo dejo, no soy amigo de descripciones cromáticas) con lágrima que tiñe la copa con una intensidad importante.

En nariz, aromas de cerezas, balsámicos, sotobosque muy aparente, ligero fondo de tostados y una sensación de cálida mineralidad. (Nos hace pensar en una añada cálida y seca, a la vez que nos hace intuir "costers" (terrazas) de solana).

En boca se muestra frutoso, algo desordenado en un inicio, al día siguiente de su obertura todo estaba más en su sitio, con una frutosidad sabrosa y láctea, mineralidad aparente, cálido pero no pesado, acidez buscando su sitio y taninos en proceso de integración.

Dejar una botella un par de años olvidada en el armario, será una buena idea.

Resumiendo: Un vino de verdad, auténtico y honesto. Chapeau!