17 de septiembre de 2013

Edra Xtra Syrah 2007, V.T. Ribera del Gállego



Tiempo llevaba rondándole a este Edra XtraSyrah, incitado por los numerosos comentarios que "cantaban" sus excelencias.

Y tanto rondarle quizás llegué tarde o tal vez siempre fué así de "excelente" para otros paladares.

La percepción de desvanecimiento en boca es muy evidente, ya sea por una decadente evolución o una estructura que jamás tuvo, hecho que no corresponde con lo leído y escuchado "por ahí".

El vino

100% Syrah, procedente de viñedos propios, selección de parcelas y vendimia manual.
Destacar en su elaboración, tras la maloláctica, el envejecimiento en sus propias lías con "batonnages" durante 12 meses en roble francés y americano. Supuestamente buscando volumen (ausente) y la textura que sí encontraremos en su entrada en boca.



Entra en boca con cierta presencia de la fruta y tacto sedoso, cayendo veloz y estrepitosamente a un final postgusto de tabaco. Estructura y volumen missing.
Mal ejemplo de harmonía...

Bien, dicho esto, vayamos a sus "excelencias" que también las tiene.
Crueles excelencias que nos dibujan, en nariz, unas expectativas que se ven completamente defraudadas a la hora de llevarse la copa a la boca.
Una nariz intensa, de fruta confitada, de sotobosque, de dulces tostados y tabaco. Un conjunto atractivo y que enamora. El desamor llegará en boca.

Resumiendo, un vino que seguramente no está en su mejor momento y que por lo tanto, de querer probarlo, es recomendable esperar a nuevas añadas para gastar los 13-14 € que vale.



9 de septiembre de 2013

La lamentable vigencia de antiguas canciones. (Vall Llach 2005)


9 de Septiembre de 2013

Mucho se ha dicho y se dice sobre no mezclar futbol y política, pero no tengo constancia de la existencia de restricciones a la mezcla de vino y política, así que allá vamos:

Hace casi dos años (22 de Noviembre de 2011) escribía en el Blog hermano de esta página una entrada referente a Vall Llach 2005. Lo hacía al hilo de las últimas elecciones generales celebradas y de la situación política, económica y social de aquel momento. 
El resultado de aquellas elecciones no era muy halagüeño, no solo en lo económico sino sobretodo en lo social y en lo referente a las tensiones España-Cataluña.
No hace falta explicar a que nivel han llegado esas tensiones, ni dejar constancia, en lo social, de que la represión ejercida por los de siempre sobre los oprimidos habituales va en aumento y parece no tener límites.

El tema nacionalista (tanto españolista como catalanista) va a todo trapo, y el que escribe, espectador en primera línea, no hay día que no quede perplejo escuchando y leyendo todo lo que el tema genera en prensa, redes sociales, amistades y conocidos.

En una sociedad tan individualista donde, paradójicamente o no…, los individuos carecen de identidad social “propia”, parece que la única manera de solucionar esa carencia sea, adscribirse a alguno de los grupos existentes donde encontrar esa identidad, definida por mi religión, mi nación, mi estatus… que a su vez nos ponen “enfrente de” o confrontan con identidades adscritas a grupos diferentes dentro de las respectivas categorías que definen socialmente al individuo.
Todo esto nos aleja cada vez más, de metas deseables de solidaridad y justicia, conocimiento y libertad, fraternidad…, es más, la "evolución", mal llamada progreso, nos aleja cada vez más de esos ideales ya presentes en sociedades ancestrales (esas menos evolucionadas), de las que hemos heredado el Tabú del incesto pero de las que hemos desechado el Tabú de la acumulación.

Bien, después de esta extensa introducción, que quería ser breve, les dejo el texto al que hacia referencia “Vall Llach 2005”, y sí, escrito en catalán (así fue escrito, pero sobre todo pensado), no tengan problema si no lo entienden, tienen cientos de traductores en línea, si realmente les interesa su contenido, claro.

Vaya por adelantado mi saludo, nada afectivo, a todos aquellos que me recriminan que escriba en castellano sobre vinos catalanes, a los que me recriminan que escriba en catalán en una página con título en castellano y para no alargarme con los saludos, vaya ese saludo, en general, a todos los estrechos de mente (sí, en ocasiones falto al respeto, menos de las que me gustaría, por eso de las formas, malditas formas). 
Tengo (tenemos) la fortuna de poder escribir libremente en la lengua que me place en cada momento, lenguas a las que les tengo el mismo cariño y que hacen posible la comunicación con la gente que quiero y con la que está por querer. Esto si es progreso respecto a tiempos no tan pasados.


22 de novembre de 2011

Lluís Llach va compondre i va interpretar la banda sonora de l'època d'un País sotmès a la repressió i opressió del seu poble, perpetrada i dirigida per una dictadura militar. Època que ha quedat enrere, però que, malauradament, la seva banda sonora torna a tenir plena vigència en el moment actual (el mateix Lluís Llach remarca i lamenta això), moment en que la dictadura militar ha estat substituïda per la dictadura dels mercats (nom darrere del qual mantenen l'anonimat els mateixos de sempre però amb diferents armes i mètodes de repressió i opressió dels pobles)

Poc podia imaginar, penso, en Lluís Llach, que 30 anys després del seu primer concert (22 de Març de 1967 a Terrassa), a l'any 1998, faria la primera verema de les vinyes del seu propi celler, i molt menys, que els seus vins tinguessin la mateixa capacitat d'emocionar que la seva música, així com la mateixa admiració i reconeixement que les seves cançons.

Bé, aquest Vall Llach 2005 va ser tastat el dia 19 de Novembre, dia de reflexió previ a les eleccions que el 20-N van atorgar una amplia majoria al Partit Popular, com ja es preveia. Així que... si a la vigent banda sonora li faltava algun element que justifiqués la seva lletra i el missatge, ja el tenim aquí, es miri des de una perspectiva nacionalista, econòmica, política o social, tant se val, tothom hi trobarà a les cançons de Lluís Llach elements de protesta, denúncia, lluita i indignació aplicables, també, als temps en que vivim o intentem viure.

Aquest, és un Blog de vins, així que toca parlar de vi, en aquesta ocasió les circumstàncies del moment i el propi vi ens han portat per camins no habituals fins arribar, ara sí, a parlar d'aquest magnífic Vall Llach 2005.

Abans de començar amb el vi, m'agradaria deixar constància del magnífic entorn en que vàrem tastar aquest vi. Teníem pendent la celebració de grans aconteixements passats, teniem els vins per fer-ho, només calia trobar el lloc adequat i el vam trobar, a Capolat (Berga) una magnífica casa rural en un immillorable entorn Casa Solanelles, al que cal afegir el tracte excel·lent que vam rebre dels seus propietaris, la Carme i el Joan.



Ara sí, el vi:

El cupatge d'aquest 2005 està format per, 63% Carinyena, 24% Merlot i 13% Cabernet Sauvignon amb un pas de 14 mesos per bótes de roure francès.


Visualment presenta un brillant color cirera picota amb capa mitja-alta amb rivet propi de vins més joves. La llàgrima fa honor als 15,5º, lenta, glicèrica i amb tinció de copa.

En nas li costa obrir-se, quan ho fa, hi predomina una excel·lent mineralitat, acompanyada d'aromes intensos de fruita negra. En segon pla apareixen notes de regalèssia, balsàmics i més subtilment torrefactes i cedre.
Ens ha deixat una sensació de força continguda, no acaba d'expressar-se amb tota la força que se li intueix.

En boca és on trobem tota la potència i contundència que no ha arribat a expressar en nas, amb una estructura i complexitat extraordinària. Potència que no li resta una gran elegància en el seu pas per boca, amb el record de les sensacions que apreciàvem en nas.
Un vi elegant, però potent, amb sensació tàctil molt agradable, rodó en boca amb un post-gust llanguíssim.

Resumint, un dels grans vins del Priorat per aclamació general, que en aquesta ocasió ens mostra un posat més elegant en contraposició a la rusticitat d'altres, també grans, Priorats.

Fins al pròxim vi.

8 de septiembre de 2013

La Cabra & La Bota 2011, V.T. Ribera del Andarax


 
"... Observamos curiosos entre las viñas una silueta de animal recortada por la luz del alba. Al acercarnos, vimos sorprendidos como entre los viñedos una esbelta cabra nos miraba fijamente mientras saboreaba nuestras dulces uvas"

Dicho texto figura en la contra-etiqueta de este magnífico vino almeriense. 

Nos dibuja una bucólica escena que invita a pensar que fue la inspiración que dio nombre al vino. Pero no es así, la historia (ficticia) y el nombre son obra de la agencia de publicidad Jonh Appleman, así como el diseño de la etiqueta.
Si hay que ponerle algún "pero" a este vino, lo encontramos aquí, me sobra la historia, está perfecto el nombre, el diseño, pero... la historia... ficticia... (No es que sea un romántico, pregunten a mi esposa, pero siempre ando "rompiendo las bolas", pregunten también a mi esposa...) 
Estoy seguro que Miguelanxo Prado no necesitó ver un perro verde corriendo entre las viñas, y ya, aquí dejo los temas de marketing (neuro y normal) con los que no me llevo nada bien. 

Vamos a lo importante, el contenido:
Es el segundo vino que puedo probar de Pagos de Indalia, el primero fue "El Terrao", y en ambos casos la experiencia ha sido muy satisfactoria.

Almería es una zona donde están surgiendo, en los últimos años, pequeñas bodegas que trabajan con mimo y cariño el viñedo para producir vinos excelentes, alejados de la "estandarización" y homogeneización instaladas en otras regiones, a esto hay que añadir que cuentan con el plus de tener una excelente RCP.

Ahora si, a por "la Cabra".


Se trata de un coupage de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah (vendimia manual), con una crianza de seis meses en roble francés y americano.

Su aspecto es juvenil, rojo cereza vivo y brillante. Capa media.

En nariz, destacan aromas de sotobosque (no se si sugestionado por la imagen de la cabra de monte comiendo, no uvas, sino ramas de montebajo) sobre un fondo de mermelada de arándanos y ligeros tostados. Algunos matices de eucalipto, pimiento verde y torrefactos aparecen conforme el vino va cogiendo temperatura.

El sotobosque sigue acaparando mi atención en boca, con un tanino y una cierta calidez que me ayudan a construir sensaciones subarbustivas (matas leñosas), dotando al vino de carácter y de cierta identificación con su origen (del origen que intuyo ya que no he podido visitarlo, queda pendiente.). Intenso y largo.

Resumiendo me parece un conjunto harmonioso, intenso, con carácter y muy placentero.
Se puede decir que el contenido rebosa honestidad y refleja el buen hacer de la bodega, quede pues el asunto marketing, como anécdota.

P.D: En la web donde anteriormente se ubicaba esta entrada, surgió un comentario y algún rifi-rafe en twitter sobre la cuestión de la etiqueta, traslado copia del comentario.




3 de septiembre de 2013

L'Oratori 2011, D.O. Empordà




Después de “Vinyes Velles” y “LLadoner” este es el tercer vino del Celler Martí Fabra que he podido probar, y como en las ocasiones anteriores la experiencia es altamente satisfactoria e invita a seguir descubriendo el resto de vinos del Celler.

Por el momento dejaremos constancia de L’Oratori 2011, un vino dominado por la garnacha en su fase olfativa, hecho que le aporta carácter e identidad autóctona al vino.

En cambio, en boca, el protagonismo y el acento lo ponen la Cabernet Sauvignon y la Cariñena presentes en su coupage, proporcionando cierta estructura en contra de la ligereza que hacía intuir su baja capa, además de regalarnos una notable y necesaria acidez que equilibre esos 14’5º.

Una vez hecho el resumen, vayamos al desarrollo.





L’Oratori  está elaborado con un coupage de Garnacha (50%), C.Sauvignon (30%) y Cariñena (20%).
Crianza de 12 meses en depósitos de cemento.

El resultado:


A la vista presenta un vivo color rojo rubí, de capa baja, que denota una engañosa ligereza.

Nariz fresca, con una intensidad media dominada por la fruta (frambuesa y frutos del bosque) y notas
especiadas. En segundo plano notas de regaliz.

La entrada en boca sorprende por una untuosidad, que a pesar de ser reducida, no la esperábamos.
(Quizás aportada por la Cabernet Sauvignon, sus 12 meses de crianza en depósitos de cemento, …).

Y finalmente, destacar su excelente acidez que da frescura a ese conjunto frutoso y especiado.
Final medio-largo que deja un buen recuerdo en boca.


Un vino muy fresco y agradable, pero con la impronta del Celler Martí Fabra, que le da ese carácter único que tienen los vinos elaborados con cariño y pasión, no será esté, uno más de esos denominados "vinos fáciles".

Así que, sin ningún tipo de duda, estamos ante un vino completamente recomendable y a un precio muy asequible (6 €)